El Estado chileno se construye a partir de una matriz liberal positivista donde el desarrollo de la ciencia y la educación fueron cobrando importancia. La presencia de figuras como Andrés Bello, Domingo Faustino Sarmiento por nombrar algunos personajes fue significativa para la posterior evolución de la educación en Chile. Ya desde la constitución portaliana de 1833 se establece la educación pública como función preferente del gobierno en uno de sus articulados.
Sin embargo, desde mediados de la década de los treinta se empieza a desarrollar con más fuerza un modelo de estado que pondrá el acento en el desarrollo de fortalezas a nivel nacional que irá perfilando el nacimiento del Estado Docente que ve como labor preferente del Estado la educación pública y desde donde se desarrollarán políticas educacionales que den cuenta de este interés, capaz de ponerse a la cabeza del progreso, con un sistema de educación sólido que posibilite la inserción a la modernidad de forma urgente. Será en el gobierno de Arturo Alessandri con la Constitución de 1925 que quedará legislado el rol del Estado en la educación, con el objeto de entregar a la ciudadanía, especialmente la emergente clase media que venía con fuerza transformándose en sujeto social de cambio y que demandaba los instrumentos de movilidad social y mayor protagonismo en los destinos del país, además con capacidad de soporte a toda esta maquinaria que significa avanzar a la modernización estableciendo el desarrollo científico y tecnológico como parte fundamental de nuestro desarrollo como país, donde la clase media fue efectivamente, su principal sustento, esta políticas siguieron profundizándose sobre todo con la llegada al poder del Frente Popular que tenía como eje central el desarrollo de políticas nacionalistas donde efectivamente se impulsó la creación de organismos que fomentaran el desarrollo de la industrias, y el fortalecimiento del sistema seguridad social , sin este último no habría podido echarse andar las transformaciones que el país requería.
Por otra parte y no de menor importancia fue el surgimiento y fortalecimiento de clases obreras y populares que presionaban desde inicios del siglo, permanentemente por sus demandas y ampliación de los beneficios estatales, y al igual que la clase media manifiestan voluntad de poder que los llevará a conformar el Frente de la Unidad Popular que agrupaba distintos partidos con ideología socialista con el objetivo de ser gobierno, lo cual se logra mediante las elecciones presidenciales de 1970 con Salvador Allende como presidente de la República sin embargo, el proceso de profundización de la democracia que venía viviendo el país fue provocando importantes grados de polarización dentro de la sociedad, situación que se evidenció con mayor fuerza durante el gobierno de la Unidad Popular.
En lo que respecta a la educación, ésta ciertamente se vio favorecida por una preocupación – desde el Estado – significativa, que sumado a la creciente participación del Magisterio, se materializó, al menos, en cuatro procesos:
cambios en la institucionalidad
diversificación en la oferta educacional
esfuerzos de renovación curricular
crecimiento acelerado de la cobertura de la educación
El cambio del tipo de Estado Docente hacia un Estado Subsidiario queda muy bien resumido en la siguiente cita de Jorge Nef
“ La transformación de una concepción de Estado Docente” a un Estado Subsidiario” en el caso chileno no fue el resultado de una evolución progresiva, o de un debate público; ni siquiera de la acumulación de insalvables contradicciones internas que llevaron a la ruptura de un paradigma educacional y su reemplazo por otro .inequívocamente, el cambio del modelo educacional fue la consecuencia directa de un cambio radical rupturista y forzoso de un proyecto de sociedad a otro de una democracia liberal con un estado intervencionista a un régimen dictatorial con una economía neoliberal”1
La Dictadura Militar de Augusto Pinochet entró en la historia nacional haciendo uso indiscriminado de la violencia, barriendo desde los símbolos arraigados en la conciencia nacional como también su institucionalidad inspirada en el pensamiento ilustrado que establecía la separación de los poderes del Estado. El quiebre institucional que provocó su instauración en el poder no tiene parangón en la historia de Chile, pero la dictadura militar no sólo perseguía la ruptura institucional sino que también el copamiento ideológico de todas las esferas del quehacer nacional, establecer un nuevo tipo de Estado reformular las relaciones políticas y sociales como también cambiar la estructura valórica de la sociedad. Sobre la base de la represión directa, masiva y sistemática de la población logró imponer un nuevo sistema.
Dotados de atribuciones absolutas configuraron un nuevo panorama educativo removieron directores, profesores, alumnos y funcionarios en general asignando nuevos roles a los distintos estamentos de la comunidad escolar, viéndose afectado el conjunto del sistema de educación Básica, Media, Técnico- Profesional y Universitaria en los sectores público y privado. Así el sistema educativo fue absolutamente intervenido pasando al Comando de Institutos Militares en 1974 imponiendo el control ideológico y de vigilancia y donde el Ministerio de Educación Pública pasó a ser sólo una institución de carácter técnico.
Podríamos diferenciar dos etapas dentro del desarrollo de las políticas de la dictadura el primer período desde 1973 – 1979, marcado por la intervención directa del sistema educativo donde el régimen se propone algunos objetivos centrales:
1. depuración y control del magisterio a través de la represión
2. reformulación de la identidad docente a través de la política de “dignificación de la profesión”
intervención directa del sistema educacional
Un profundo sentimiento antidemocrático expresada en la ocupación militar del sistema. Un marcado sentimiento anti-marxista y una marcada acentuación del tradicionalismo
Valoración del individualismo y el competivismo
Severa política económica expresada en reducción de gasto fiscal
Con la irrupción del Régimen Militar se observó un retorno de concepciones identitarias conservadoras, concepciones como las de Nicolás Palacios quien sostiene en términos generales que la identidad de la nación chilena está fundamentada en la idea de las razas y la sobrevaloración de elementos militares predominantes y paradigmáticos para explicar la conformación de nuestra identidad chilena. Sin embargo es importante destacar los antecedentes que nos entrega Jorge Larraín en cuanto a la reformulación identitaria de la dictadura militar apartándose un tanto de la vinculación planteada por Palacios de identidad con la figura del “roto chileno” que tuvo papel destacado en la Guerra del Pacífico sino que busca una vinculación histórica del Ejército con la experiencia de lucha en la Guerra de Arauco y el surgimiento de la nación chilena
Una segunda etapa se inicia con la promulgación de las Directivas Presidenciales sobre la Educación Nacional de 1979 que son el sustrato de lo que vendrá con las “Siete Modernizaciones". En términos generales este documento planteaba:
Tuición sobre el contenido de la enseñanza en manos del Gobierno Militar, proscripción de la politización se “busca crear nuevos ciudadanos y buenos patriotas”
Restricción de la responsabilidad social del Gobierno Militar al acceso de la educación básica, la educación media y superior será considerada como una excepción y de privilegio y deberá pagar en tanto tal.
Se refuerza la idea de desligarse de la preocupación como Estado en la educación y desplazarla al área privada, se refuerza además la subordinación de la educación al mercado.
Las políticas impulsados por el Régimen Militar ciertamente obedecieron a los requerimientos de la economía mundial el “Plan de Modernizaciones” nos posicionó en la Región Latinoamericana como un “país exitoso” irónicamente llamados “tigre de Latinoamérica” como otrora “los ingleses de Latinoamérica” visiones que evidentemente afectan nuestra identidad como pueblo. Pero el modelo neoliberal impuesto presupone la mundialización de la economía es decir la Globalización proceso donde el mercado es el elemento central que regula nuestras sociedades, donde los estados ven seriamente amenazadas sus identidades nacionales, la interconectividad no solo afecta las economías nacionales, también se globaliza la cultura por lo tanto afecta la construcción de identidad en la medida que conecta al sujeto con una gran variedad de otros muy distintos, ajenos a su raigambre histórico y con poca proyección de futuro, lo que le produce dificultad para reafirmar tanto su identidad personal como cultural, a este respecto Jorge Larraín plantea :
“ La Globalización afecta la identidad en primer lugar porque pone a individuos, grupos y naciones en contacto con una serie de otros” en relación a los cuales pueden definirse a si mismos”... en segundo lugar la Globalización ha afectado la construcción de identidades en la medida que ha acelerado el ritmo de cambio en toda clase de relaciones y eso ha hecho más difícil para el sujeto hacer sentido de lo que pasa, ver la continuidad entre pasado y presente y por lo tanto formarse una visión unitaria de si mismo y saber como actuar... en tercer lugar la Globalización afecta la identidad porque las grandes transformaciones sociales traídas por ella tienden a desarraigar identidades culturales ... ocurren procesos de desarticulación y dislocación por medio de las cuales mucha gente cesa de verse a sí mismo en términos de contextos colectivos tradicionales que le daban sentido a su identidad” 3
Bibliografía
Jorge Larraín. Identidad Chilena. Editorial Lom
Iván Núñez. Reforma Educacional en Chile: enfoques y actores Artículo publicado en sitioWEB
Jorge Nef. El concepto de Estado Subsidiario y la Educación como Bien de Mercado. Texto preparado para Diálogo Universitario. U. de Chile
Ministerio de Educación. Programas de Estudio
Susana Capriles. Tesis de Grado de Licenciatura
Notas
1 Jorge Nef “ El concepto de Estado Subsidiario y la educación como bien de mercado”pág.1
2 Larraín Jorge “ Identidad chilena” pag.126
3 Larraín Jorge Identidad chilena
4 Iván Núñez “Reforma Educacional en Chile, enfoques y actores” pag.2
5 Jorge Nef, op cit.
6 Ivan Núñez, Op citada