A lo largo de la historia me he podido dar cuenta de muchos elementos que se apuntan sobre una mala calidad en la educación CHILENA, y de todos los esfuerzos que se hacen para mejorar esta precaria situación y que bien se sabe es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de nuestro país.Es por ello, que pienso que el derecho a la educación, para todas las personas, como la libertad de enseñanza están reconocidos en un plano de igualdad en la Constitución Política, y así lo vemos reflejado en diversas situaciones e intervensiones de nuestros poíticos y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Es por ello que en una primera instancia me permito en señalar lo siguiente, mirado desde un punto de vista como profesional, profesor de Ética de un colegio particular subvencionado de la región de Valparaíso y estudiante de la Carrera de Ciencias Religiosas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Bien se sabe que para lograr un avance y una aproximación al desarrollo de nuestro país, es necesario que cada uno de nosotros tenga un nivel educacional acorde a las necesidades de la población. Ello significa no solo invertir en calles y grandes ciudades sino también a las personas que están dentro de los ámbito educacionales, sostenedores, profesores, alumnos, entre otros.
Me detengo en los segundos responsables de la educación, los profesores. Creo que no basta solo con la evaluación docente y con los resultados de algunas pruebas nacionales, tales como el SIMCE o la PSU, sino también poner más enfoque a la Evaluación del desempeño.
Es por ello que nace la pregunta a discutir.
Como profesionales de la Educación, ¿qué factores infleyen?
Como estudiantes de pedagogía, ¿Qué hago para mejorar?
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